NO SE DEBEN PERFORAR MÁS
POZOS DE PETRÓLEO
Según el acuerdo de la cumbre del
clima de París, los países que ahora están firmando en la ONU este tratado se
comprometen a rebajar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Si se
quiere cumplir con los acuerdos de París entonces no se pueden abrir más minas
de carbón o perforar nuevos campos de pozos de petróleo o gas. Incluso habría
que ir cerrando. El aumento de temperatura superará los 2 grados centígrados.
Aunque el acuerdo prefiere sensatamente que la temperatura no suba de los
1,5 grados.
Mina de carbón Pozo de petróleo
Según IPCC, para no llegar a
los 2 grados de subida se necesitaría emitir un máximo de 843.000 millones de
toneladas de dióxido de carbono durante 22 años, lo que significaría mantener
las emisiones al ritmo anual actual. Pero según los cálculos de Greg Muttit
autor del estudio, indican que las actuales reservas de carbón, petróleo, y gas
actualmente en uso corresponden a unas emisiones de 941.000 millones de
toneladas de dióxido de carbono. Eso significaría que no se está cumpliendo.
Esto obligaría a no abrir más pozos y por tanto se incluiría el nefasto fracking
Fracking: La
fracturación hidráulica, fractura hidráulica o estimulación hidráulica (también
conocida por el término en inglés fracking) es una técnica para
posibilitar o aumentar la extracción de gas y petróleo del subsuelo.
Si quereis saber más sobre el fracking informarse aquí: http://www.bbc.com/mundo/noticias/2013/10/131017_ciencia_especial_fracking_abc_am
Un problema que tenemos como
civilización es la inercia que tienen ciertos procesos económicos. Si unos
inversores deciden poner su dinero en una central térmica de carbón esperan
recuperar su dinero con el paso del tiempo. Si un gobierno decide cerrar una de estas instalaciones
antes de tiempo, entonces los inversores puede perder mucho dinero y una
central de cualquier tipo es algo muy caro.
Hace unos días la Abu Dhabi
Water and Electricity Authority (ADWEA) confirmaba que el precio de la energía
solar fotovoltaica ya ha caído a los 2,6 céntimos el KWh. Todo sin necesidad de
subvenciones. Esto significaría que el consumo privado de este tipo de energía
está al borde de la rentabilidad.